El caso pasó de la Policía común a Crimen Organizado. Además, en vez de que la indagatoria se haga en Chuy se resolvió que fuera en Montevideo a pedido de la jueza.

Sofía Bueno, la joven de 27 años que estuvo desaparecida durante unas 30 horas, y el camionero, que le prestó ayuda para que se comunique con su familia, declaran esta tarde, ante la jueza Penal de 14º Turno, Julia Staricco. Ambos están emplazados desde ayer cuando la chica apareció; ella en libertad pero él está en calidad de detenido en la Seccional 5ª de Chuy y será trasladado a Montevideo.

Las declaraciones iban a realizarse a las 13.30 en el Juzgado de Chuy pero a último momento hubo un cambio de planes. Según informaron desde Interpol la jueza Julia Staricco pidió que el caso siga en su juzgado. Otro de los cambios que hubo es que el tema ahora es investigado por Crimen Organizado y no por la Policía común, a pesar de que no transcurrieron 48 horas de la desaparición.

La joven declaró a la Policía que fue secuestrada cerca de la Universidad Católica, donde cursa 4º año de la licenciatura en Nutrición. Según su testimonio, la llevaron en un auto hasta la ciudad de Chuy donde pudo liberarse, detalló a Subrayado el jefe de Policía de Rocha, Óscar Miraballes. 

Presenta “marcas en brazos y piernas”, aparentes indicios de que pudo haber estado atada, pero esa hipótesis no es firme por el momento. Ayer cuando declaró “estaba en shock, pero su salud general es buena”, añadió el jefe de Policía. 

Sofía declaró además que estuvo pidiendo ayuda al personal que trabaja en la balanza de camiones junto al paso de fronteras, pero estas personas desconocían su situación y no la socorrieron. Prosiguió su marcha rumbo a la Aduana y fue allí donde tomó contacto con un camionero brasileño, El hombre le prestó su celular para que pueda comunicarse con su familia.

Un amigo del camionero, ahora detenido, relató cómo fue la situación. Dijo que la jovencita estaba "desesperada" y señalaba haber estado "en cautiverio".  

EL CASO. La joven fue vista por última vez en la Universidad Católica, el miércoles a las 11.45 donde fue a buscar el resultado de un examen. A las 13.30 debía presentarse a trabajar en el local Boomerang de venta de uniformes en Punta Carretas, pero no lo hizo.

En las redes sociales se desató gran alarma por la desaparición de la chica y personal de investigaciones de la Zona II comenzó a trabajar en el caso. Fuentes de la Policía dijeron ayer a Subrayado que en los casos de secuestro lo habitual es que se comuniquen de forma casi inmediata con la familia, por lo que entendían que esa hipótesis quedaba de lado.